BARCELONA

Franco Chiaravalloti (Buenos Aires, 1979) nació un 20 de enero, igual que David Lynch y que Federico Fellini, pero también que Buzz Aldrin, el segundo hombre en pisar la luna (<<¿Quién se acuerda del segundo?>>). Narrador, redactor, publicista y entusiasta viajero, reside en Barcelona desde 2003; vivió, además, en Italia y Kenia. Obtuvo varios premios gracias a su desempeño en el mundo de la publicidad, así como breves. Publica con asiduidad crónicas de viajes en revistas de Argentina y España. Como un cuentagotas que se presiona suave, muy suavemente es su brillante debut literario.

<<Crear es eyacular. Es sangrar. Es morir poco...Todos los días morimos un poco, pero al crear aceleramos el proceso>>. Gregorio Jebluss, un escritor suburbano de poca monta, anota tal sentencia sobre el papel amarillento, encerrado en el hediondo ático que habita. A través de la escritura buscará descifrar esa sensación de déjà vu permanente que lo persigue desde hace unas semanas. Hallar la respuesta última creando historias, pariendo personajes, eyaculando, sangrando. Hasta morir. O hasta volver a nacer.

De esa forma y a borbotones, fluye un río de relatos incisivos y dolorosos, que vomitan ironía a cada paso, que ponen en duda la identidad de quien los escribe y de quien los lee, que juguetean con las dualidades del universo e insuflan vida y muerte por partes iguales. Historias breves e hiperbreves que caen en forma de lluvia sobre la psiquis del lector pero que, una vez leídas y asimiladas, permanecerán flotando durante mucho tiempo sobre su inconsciente, en vaporoso estado.

Como un cuentagotas que se presiona suave, muy suavemente es una atrevida propuesta metaliteraria, con una excepcional manejo del surrealismo en lo cotidiano — al mejor estilo Auster o Millás—, y poblada de influjos borgianos, baudelerianos y kafkianos. Un ying yang hecho de letras, tintas, balas, sudor y personajes oscuros que se clonan, se multiplican, reencarnan y precipitan en gotas rojas y blancas. Todo confluye en un embudo narrativo cuyo agujero es el fin - o el principio- del universo mismo.